miércoles, 30 de abril de 2014

HASTA SIEMPRE


" Terminaron por conocerse tanto, que antes de los treinta años de casados eran como un mismo ser dividido, y se sentían incómodos por la frecuencia con la que se adivinaban el pensamiento sin proponérselo, o por el accidente ridículo de que el uno se anticipara en público a lo que el otro iba a decir. Habían sorteado juntos las incomprensiones cotidianas, los odios instantáneos, las porquerías reciprocas y los fabulosos relámpagos de gloria de la complicidad conyugal. Fue la época en que se amaron mejor, sin prisa y sin excesos, y ambos fueron mas conscientes y agradecidos de sus victorias inverosímiles contra la adversidad. La vida había de depararles todavía otras pruebas mortales, por supuesto, pero ya no importaba: estaban en la otra orilla. "

   El amor en los tiempos del cólera   Gabriel García Márquez

jueves, 19 de diciembre de 2013

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UN SUEÑO HECHO REALIDAD

Todos los días me despierto con un sueño terrible, no sé de qué debe ser , de no dormir lo suficiente y bien o de que simplemente soy así . Siempre ocurre que al levantarme me pesan un montón los párpados, pero pasados unos minutos se van haciendo más y más ligeros hasta estar bien despierta, sin ningún peso, ni pizca de sueño para poder salir a dar mi paseo mañanero con la bicicleta porque para mi eso es como si fuera una droga, una necesidad, porque sin poder hacerlo por las mañanas no me siento persona, con los pies en la tierra. No, no soy yo .
Siempre que salgo hago mi ruta rodeando las amplias y verdosas praderas que tengo aquí de vecinas y sobre todo, lo mas me gusta, a parte de la brisa suave que siempre acaricia mi cara, son las grandes vistas a las montañas nevadas.
Cuando pude vencer el sueño me vestí ,desayuné, cogí mi casco, me subí a la bicicleta y me fui. Al empezar a pedalear sentí algo dentro de mí, ese algo debía ser la alegría que me daba pensar que era libre porque mi bicicleta y yo podíamos ir donde quisiéramos sin tener ningún obstáculo difícil de superar. Eso era lo mío , lo que más me gustaba, estar ahí, justo ahí y poder ir a donde quisiera. Sin embargo siempre solía hacer la misma ruta sin superar ningún límite u obstáculo solo iba a lo fácil y normal, a la rutina diaria.
Ese día sentí algo diferente, ansias de libertad y necesidad de sentir que puedo hacer lo que quiera. Por eso mismo decidí que ese día no haría la misma ruta de siempre, esta vez quería cambiarla un poco y pensé una cosa : nunca había estado en la nieve ni la había podido tocar, ni oler, si es que huele a algo, ni sentir su frío en mis manos y comprobar que era igual que en las fotografías de los libros y en la televisión, y poder hacer un muñeco de nieve sintiendo como la nieve se deshace entre mis dedos.
Ya que siempre que salía la veía a lo lejos y había soñado con ir para allá, ese día me reté a mi misma y me dije: !! Hoy es tu día, hoy puedes hacerlo!!... Así que, sin más pensarlo me propuse llegar con mi bicicleta a las lejanas montañas nevadas, deseaba pisar, tocar y por qué no sentir su olor... nunca lo había hecho hasta que ese día me propuse hacerlo.
Pasada una hora veía aún las montañas muy lejos y pequeñas y justo ahí me desplomé un poco porque pensé que sería imposible y nunca lo podría conseguir, así que empecé a pedalear con menos intensidad hasta que me di cuenta que si seguía así ya sí que no podría hacerlo por eso me animé a mi misma y seguí adelante e incluso con más fuerza. ¡Quería conseguirlo!
Cuando iba amaneciendo, siempre solía salir de noche todavía, noté que las montañas se habían hecho más grandes desde la última vez que las vi por eso me di cuenta de que ya estaba más cerca de conseguirlo, eso me animó a seguir adelante.
Al cabo de tres horas pedaleando el terreno descendió, por lo que pude bajar más rato y durante un buen tiempo eso hizo que pudiera avanzar más rápido y levantar el ánimo y las ganas.
Cada vez veía que las montañas se habían hecho más grandes. ¡No me lo podía creer, al final lo iba a conseguir! Cada vez que pedaleaba un poco ya notaba que estaba allí, que lo había conseguido y me sentía muy orgullosa de mi misma.
Justo cuando a punto de llegar empecé a notar más calor y eso me extrañó mucho porque si cada vez estaba más cerca de la nieve... ¿ No debería hacer más frío ? ¿ Qué podría ser eso?... Lo ignoré porque en lo único que pensaba era en llegar.
En el momento en que me faltaban escasos minutos para llegar me vino un bofetón de aire caliente que casi me tira de la bicicleta. Esta vez sí que me hizo parar en seco un momento. Justo en el momento que puse los dos pies en el suelo todo se esfumó como por arte de magia, no había nada ¡todo desapareció! Y todo se volvió de un color casi negro. En ese momento estaba muy pero que muy asustada. ¿Cómo no iba a estarlo?
30 segundos después apareció una luz muy intensa que casi no me dejaba abrir los ojos, hasta que surgió de la nada una playa tropical, con sus palmeras, hamacas , gaviotas... En ese momento casi me da un infarto. Todo había sido muy extraño e increíble y yo no me lo podía creer .Un par de minutos después me subí en la bicicleta y empecé a pedalear hasta tener que bajarme de ella porque se había atascado en la arena . Todo aquello era muy raro todo parecía como si fuera efecto de un sueño... Y así fue, todo era un sueño. De pronto pasé de estar pisando la arena caliente a aparecer en mi cama casi con frío . Me quedé un poco pensativa y también decepcionada por no conseguir mi meta. Unos minutos más tarde me levanté , pero esta vez raramente sin sueño , en cambio estaba como exhausta y muy cansada. Me dolía todo. Era como haber estado haciendo deporte durante horas y horas y eso me extrañó pero seguí con lo mío. Me dirigí a la cocina a hacerme el desayuno cuando entró un aire helado por la rendija que había debajo de la puerta, eso era muy raro para estar en el mes de mayo, no era normal que la temperatura estuviese tan baja. Cuando la abrí vi que fuera no estaba mi barrio como siempre, con la casa de mi vecino frente a la mía y con una tiendecilla a la vuelta de la esquina. ¡No! no era así. ¡Mi barrio se había convertido en las montañas nevadas de mi sueño ¿Cómo era posible eso?. Quise comprobar si todo podía ser verdad o por el contrario un sueño, así como se suele hacer siempre, decidí comprobarlo tirándome un pellizco fuerte para ver si me dolía, lo hice y sí me dolió y mucho. Así que esta vez sí era de verdad , ¡¡estaba en la nieve!! Directamente me fui a tocar, a sentir el frío de la nieve en mi cuerpo, a divertirme, y todo lo que había deseado hacer con ella. Por eso, si era un sueño, era mi sueño, me daba igual, del por qué había pasado, cómo había sucedido... no importaba, ahora no, porque al fin y al cabo mi sueño se había hecho realidad.
                                                                                 
                                                                                                              Belén Martín Lirola 4ºB


miércoles, 13 de noviembre de 2013

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Me despierto, bostezo sintiéndome como el rey de la sabana en aquella enorme casa con vistas a la playa, estiro mis articulaciones ya que estaban entumecidas por la relajación. ¿Qué pasa? Un silencio misterioso reina la casa, seguro que hoy deberían levantarse aún más temprano que de costumbre. Tengo un largo día por delante así que suelto un largo suspiro sonoro, me pongo en pie -tambaleándome por el impulso- y camino hacia el pasillo. Es muy raro que tanto dentro como fuera no se escuche el tránsito de los automóviles o la muchedumbre que camina con paso apresurado por las calles. Bajo las escaleras y nada, silencio. El aire está viciado de ello. La incertidumbre crece en mí tan rápido que no me doy cuenta de haber caído al suelo de rodillas, con una mano en el pecho y una respiración irregular. Intento acompasarla pero me cuesta, ahora mismo es un reto. Con costosos intentos fallidos, consigo ponerme en pie y abro la puerta con tanta fuerza que rompo uno de los cristales que la enmarcan. Salgo corriendo a ninguna parte, mirando a izquierda y derecha. Las playa desierta, ni un una persona, ni un barco en movimiento, ningún alma en pena. Parece que el tiempo se ha detenido, parece que el Fin del Mundo ha llegado y soy la única superviviente. No me gusta la sensación de soledad, estoy perdida, sola. ¿Qué puedo hacer? Nada, absolutamente nada, soy vulnerable. Termino rendida por el agotamiento emocional y físico y vuelvo a caer de bruces al suelo. Apoyo las manos en el suelo repleto de chinas que se incrustan en las palmas de mis manos. El pelo me cubre la cara por completo y comienzo a llorar, son lágrimas de decepción, de impotencia. Lo que soñaba se ha hecho realidad pero no era un sueño que quería que se realizase. De repente, siento un rozamiento, una mano en mi hombro. Es imposible, será imaginaciones más. Mente traicionera. Pero levanto la vista para asegurarme de que no me estoy volviendo loca y no lo habrá imaginado. Es él, tan bello como siempre, con aquel pelo castaño tan propio de él, rizado, desordenado, de tez morena, ojos miel capaces de hacerte perder el conocimiento y una sonrisa que podrá sustituir al Sol. Me susurra que todo va a salir bien al oído, me coge en brazos sin ninguna dificultad , como si mi peso fuese de pluma, y emprende el camino. No sé a dónde pero no me importa si es con él. 

Yanire Granados Gutiérrez.

martes, 21 de febrero de 2012

TARJETA GANADORA SAN VALENTÍN 2012

CARTA DE AMOR DE UN MINERO

En el hondo silencio de la mina, con la eterna noche compañera, me he acordado de ti, querida mía...


Tus ojos son "pa" mi dos esmeraldas,

tu boca, la gruta de mis besos,

tu pelo, el carbón que yo anhelo,

enredado en tu cuello color de plata,

tu piel, la veta de mis sueños,

tu risa, un diamante que estalla,

tu cuerpo un barreno...

que prende mi fuego

y de amor me mata.


Apasionadamente tuyo


Lola Alférez
Gabriela García
3ºA

jueves, 15 de diciembre de 2011

Video contra la violencia de género

Patricia Villegas 4º ESO Curso 2011-12

lunes, 21 de marzo de 2011

TARJETA GANADORA SAN VALENTÍN 2011

Cuando amanece cada mañana,
Quiero mirar por mi pequeña ventana
Buscándote en los tenues rayos de luz.
Imagino que te encuentro
Y quiero darte un beso
Pero enseguida pienso que te pierdo.
¿No puede ser! ¡No entiendo todo esto!
Es un profundo sueño.
Pero recuerdo cuando despierto
Que no sólo te quería dar un beso
Sino que también mi amor, mi corazón
Y sobre todo,... mi tiempo.

martes, 16 de febrero de 2010

CARTA GANADORA SAN VALENTÍN 2010


Querido mío:


Tampoco esta vez te llegarán mis palabras. Lo sé. Sin embargo te escribo.

Necesito desnudar mi corazón, hablar contigo, saberte cerca, sentir quizás que tú anhelas lo mismo. Pero soy tan invisible para ti...

Yo en cambio no tardé nada en descubrirte. Aquel día tu sonrisa llenaba el espacio y tus manos agitaban el aire hasta atrapar mis ojos, definitivamente. Aquel día, el primero, donde empezó mi sueño. Un sueño pequeño, apenas de una mirada, una frase, una caricia, ¿un beso?

Un mundo imposible. Lo sé. Y sin embargo te escribo... TE QUIERO



Pilar Alférez
Mónica García